El cereal: combustible para el cuerpo.
Si hay algo evidente de los guerreros de la antigua Esparta (Grecia), es su excepcional estado de condición física. Dado que reproducir los hábitos de vida de la época nos supondría un conflicto actualmente, optaremos por copiar algunos de sus hábitos alimenticios.
El cereal, era uno de los principales alimentos que se consumían en dicha época y actualmente se sigue usando. Cuestionar sus beneficios sería una pérdida de tiempo si nos basamos en esos cuerpos esculpidos, de modo que una gran idea sería continuar con ciertos hábitos heredados y legados de nuestra historia.
Actualmente los cereales suelen formar parte de la primera comida del día, el desayuno. Existen muchos tipos de cereales de desayuno, pero la gran mayoría contienen exceso de azúcar, lo que hace que el equilibrio entre hidratos de carbono de absorción lenta (bajo índice glucémico) y rápida (alto índice glucémico), no sea el adecuado.
Los coloreados, chocolateados, con sabores llamativos,... suelen ser de los mencionados anteriormente, es decir, los que contienen muchos aditivos y azúcares.
No es que resulte malo comer este tipo de cereales, pero si nuestro desayuno se basa sólo en estos, se elevará el pico de insulina (glucemia) en sangre y hará que se guarde gran parte de la energía que hemos introducido, por tanto al poco tiempo tendremos de nuevo hambre.
Un cereal poco procesado y sin azúcar añadido por ejemplo son los copos de avena.
Esta ayudará a que en el transcurso de la mañana vayamos absorbiendo su energía poco a poco y no notemos cansancio ni hambre, dado que la línea de glucemia será constante.
Los cereales de desayuno infantil fortificados con vitaminas y minerales se consideran alimentos funcionales dado que ayudan a cubrir una parte de las necesidades nutritivas de vitaminas y minerales en etapas de crecimiento y desarrollo. No obstante, si la dieta infantil es variada en alimentos y bien proporcionada en cantidades, los niños puede cubrir con alimentos naturales sus necesidades de nutrientes.
En cualquier caso, los cereales BIO, LIGHT, DIET,… son a menudo menos grasos que los cereales ordinarios, menos azucarados, son frecuentemente integrales (fuente de fibra), ricos en vitaminas, minerales y glúcidos complejos (de bajo índice glucémico), por tanto más recomendables.
En resumen, si quieres tener una salud de hierro como nuestros ancestros griegos, no dejes de usar el cereal como fuente de energía, solo tienes que elegir los más adecuados y recordar su valor energético, lo que los hará más recomendables a primeras horas del día.
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